miércoles, 12 de noviembre de 2008

Hoy Fue el Funeral y Entierro de D. Manuel. Párroco de A Estrada y Ouzande


A Estrada despide a Don Manuel
El párroco estradense, fallecido la pasada madrugada, será velado esta mañana en la iglesia parroquial, donde el arzobispo de Santiago oficiará el funeral a las13.00 pm horas

Rocío García 12/11/2008. La Voz de Galicia.
A Estrada se despertó ayer conmocionada por la muerte de Manuel Castiñeira Rodríguez, que falleció la pasada madrugada en su domicilio estradense. Tenía 81 años, un paseo a su nombre en Ouzande y el mérito de estar en paz con creyentes y no creyentes.

Natural de Laxe, ejerció el sacerdocio durante doce años en la parroquia de Lérez, en Pontevedra, y llegó a A Estrada a finales de 1965. «Cando cheguei de cura aquí fun recibido coma un arcebispo», recordaba en una entrevista publicada con motivo de su jubilación. Durante 38 años fue «o cura da Estrada». Muchos estradenses no conocen sus apellidos, pero no hay uno solo que no conozca a «Don Manuel».

Manuel Castiñeira fue un párroco para todos. Para los que tenían fe y para los que la habían perdido. Para los ateos, también. Tenía fama de persona austera y estricta. Seguramente merecida.

Le incomodaban los trajes de comunión ostentosos y las conchas de plata en los bautizos. Don Manuel luchaba, a su modo contra las distinciones entre ricos y pobres. De la puerta de la iglesia para adentro sólo había una clase de estradenses.

Le disgustaban también las fotos durante las ceremonias. Los flashes distraían la atención de la parroquia y lo importante no era inmortalizar la escena ni editar un álbum para la ocasión. Lo importante era el interior, y eso es difícil que salga en la foto.

Tampoco le gustaba que se mascase chicle en la iglesia ni que los niños se tomasen a broma los asuntos cristianos. En las misas del catecismo llegó a suprimir el apretón de manos para darse la paz. Si no se hacía de forma respetuosa y sentida, era mejor no hacerlo.

Apenas hay fieles que no recuerden una anécdota del párroco. Cuentan que nunca se olvidaba de festejar su santo repartiendo caramelos a los fieles el 1 de enero y cuentan que donó al Concello las actas de la fundación del Ayuntamiento de A Estrada, que le habían sido donadas en secreto de confesión. Y se fue a la tumba sin descubrir quien las tenía.

Don Manuel se ganó el cariño del pueblo entero a fuerza de apoyar a los necesitados y de participar en la actividad social y cultural. Tenía una visión social de la iglesia, la de un cura humanista de los que apenas se encuentran.

Para que AEstrada pueda despedirse de él a su estilo, solemnemente, la iglesia parroquial de San Paio acogerá hoy el velatorio del féretro desde las 9.00 horas. A las 13.00 horas tendrá lugar el funeral, presidido por el arzobispo de Santiago, Julián Barrio. Recibirá sepultura en el cementerio de Ouzande.

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