Las Parroquias de Mugardos, Franza, Mehá y San Juan de Piñeiro están situadas en el ayuntamiento de Mugardos. Las Cuatro pertenecen a la Archidiócesis de Santiago de Compostela. Comenzamos este Blog en la festividad de Nuestra Señora de La Merced. 24 de Septiembre de 2008. Que ella nos ayude a conseguir la verdadera libertad que nos trajo su Hijo. Esa verdad nos hará libres.
jueves, 6 de junio de 2013
OH SAGRADO CORAZON. Mañana Viernes a las 7 de la tarde en Santiago de Franza MISA SOLEMNE.
MAÑANA VIERNES A LAS 7 DE LA TARDE EN SANTIAGO DE FRANZA. CANTARÁ EL CORO DE FRANZA Y NOS ACOMPAÑARA UN VIOLÍN. Corazón de Jesús en ti confio.
miércoles, 5 de junio de 2013
lunes, 3 de junio de 2013
sábado, 1 de junio de 2013
Mañana Domingo día 2 de Junio: SOLEMNIDAD DEL CORPUS EN SAN JUAN DE PIÑEIRO
Mañana Domingo día 02 de Junio MISA SOLEMNE DEL CORPUS a las 13/15 de la tarde, será en la Parroquia de San Juan de Piñeiro. Procesión hasta el Crucero y vuelta al templo Parroquial.
ALABADO SEA JESUCRISTO
viernes, 31 de mayo de 2013
viernes, 24 de mayo de 2013
Dificulta la formación El «relieve social» de algunos sacramentos, «un serio problema pastoral»
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jueves, 23 de mayo de 2013
Mis días con Bergoglio
El autor de este artículo, Jorge Rouillón, es columnista y está especializado en cuestiones religiosas y culturales; en él narra sus recuerdos personales del Papa Francisco cuando era el arzobispo Jorge Bergoglio.
23 de mayo de 2013
Jorge Rouillon // Diario Los Andes (Mendoza, Argentina), 12 de mayo de 2013
Jorge Rouillon es abogado y licenciado en periodismo. Preside el Club Gente de Prensa.
Son muchísimas las personas que pueden dar cuenta del interés, la escucha, la atención personal, la cercanía que les ha brindado ese cardenal sencillo, habituado a andar en subte o en ómnibus, a levantarse al alba y acostarse temprano, a visitar a enfermos y necesitados sin hacerse notar, a encontrarse con vecinos de villas de emergencia sin salir en los medios de comunicación. Ese cardenal que ahora se ha visto llamado desde "los confines de la tierra" para ser obispo de Roma y así cabeza visible de la Iglesia Católica en todo el mundo.
Soy periodista y durante años he tenido a mi cargo una columna semanal de actualidad religiosa en La Nación, diario de circulación nacional. Nunca he tenido con él una larga entrevista personal, porque nunca las ha dado (sólo recuerdo una nota con preguntas y respuestas concedida a chicos periodistas de una revista católica juvenil, y una reunión de prensa con unos quince corresponsales extranjeros en 2001, de la que no participé).
Me parece que sólo estuve en su despacho y sus habitaciones el día en que lo nombraron cardenal, en que recibió la noticia con toda sencillez, en soledad, luego de haberse preparado su propia comida. Pero son muchas las veces en que he coincidido a la entrada o la salida de actos, en visitas a hospitales, hogares o iglesias, en recepciones o encuentros. En verdad, no es afecto a las reuniones sociales y si tiene obligación de asistir y le es posible se va pronto, pero es atento, cordial, dispuesto a escuchar. Lo he visto servir empanaditas, café o un refresco a su interlocutor (algunas veces, yo mismo). Y he advertido siempre un trato afable, fresco, sin vueltas.
Recuerdo un día en que se celebraba el Día del Periodista en un salón del arzobispado de Buenos Aires. Quizá haya habido bastante más de un centenar de colegas. El director de un diario que podría considerarse bastante alejado de su pensamiento y del cual ha recibido no pocos cuestionamientos, avisó que se había retrasado y llegaría tarde. Contrariando su costumbre de retirarse temprano de cualquier reunión, Bergoglio se quedó sentado esperándolo mucho.
Quizá bastante más de una hora después de que casi todos se habían ido. Cuando llegó lo atendió con toda deferencia, sirviéndole algún bocadito y manteniendo una conversación cordial, preguntándole por su familia, interesándose por sus hijos. Ambos charlaron amablemente. Y el cardenal nos agradeció a los tres o cuatro periodistas que nos habíamos quedado allí hasta que llegó ese colega, compartiendo la espera y el recibimiento.
Ciertamente lo vi muchas veces, como otros periodistas, en breves conferencias de prensa al concluir asambleas de obispos del país o en actos oficiales, universidades, congresos académicos. Lo he visto lavar los pies a madres embarazadas en una maternidad pública, enfermos en un hogar de ancianos, chicos en un hospital de niños.
Viene a mi memoria un sucedido de 1999. Hacía apenas un año que era arzobispo de Buenos Aires.
La puerta descascarada de la cárcel de Villa Devoto se abrió y un sacerdotede clergyman negro salió solo, con su portafolio, a la calle oscura. Era casi de noche, un Jueves Santo, e iba a tomar un ómnibus, el 109, para volver a su casa, en el centro de Buenos Aires. Salía de la cárcel donde había celebrado la misa para los internos y lavado los pies a doce de ellos. Había estado dos horas y media allí, conversando con los detenidos antes y después del oficio religioso.
En la vereda de esa calle desolada, al lado del enorme paredón de la cárcel, pude dialogar brevemente con él. "Quería que sintieran que la feligresía de Buenos Aires y Jesús estaban con ellos", comentó elsacerdote. Era el arzobispo de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio, por entonces monseñor, dos años antes de ser hecho cardenal.
Cuando se iba, lo invité a volverse al centro en el auto del diario en el que yo había ido con un chofer. Agradeció pero dijo que se volvía en el ómnibus que pasaba por la esquina. Tuve que insistirle varias veces, diciéndole que íbamos para el mismo lado, hasta que finalmente aceptó subir.
Antes, en la vereda, deslizó en tono calmo, casi en voz baja: "Jesús en el Evangelio nos dice que en el día del Juicio vamos a tener que rendir cuentas de nuestro comportamiento: tuve hambre y me diste de comer; tuve sed y me diste de beber; estuve enfermo y me visitaste; estuve en la cárcel y me viniste a ver". Y señaló que "el mandato de Jesús nos obliga a todos y de una manera especial, al obispo, que es el padre de todos".
"Algunos podrán decir: son culpables -agregó Bergoglio-. Yo les respondo con la palabra de Jesús: el que no es culpable, que tire la primera piedra. Que cada uno de nosotros nos miremos en el corazón y descubramos nuestras culpas. Entonces, el corazón se nos hace más humano".
No hablamos demasiado en el viaje de vuelta con ese arzobispo poco dado a las entrevistas. Cosas normales, del momento. Al volver, pasamos cerca de un gran shopping e hizo un comentario al pasar sobre "los nuevos templos del consumismo".
No quiso que nos desviáramos unas pocas cuadras para dejarlo en la puerta de su casa. Se bajó en la calle peatonal Florida y se perdió entre la gente. Prefería ir caminando varias cuadras hasta la Curia aprovechando para meditar la tercera parte de los quince misterios del Rosario que reza todos los días. Luego iba a recorrer solo, a la noche, siete iglesias para adorar a Jesús Sacramentado, una costumbre que muchos católicos viven en la noche del Jueves Santo. Como cualquier otro fiel, el arzobispo iba a recorrer las iglesias sin que nadie lo esperara especialmente.
Al bajarse del auto me dijo: "Usted logró lo que no logró ningún periodista: tenerme apresado durante 40 minutos. Generalmente, yo les escapo". Seguramente no imaginaba entonces que unos años después iba a mantener una reunión, franca y amable, con unos 6.000 periodistas en Roma, a los que hablaría con soltura poco antes de otra Semana Santa.
Aquella noche, al despedirse, nos deseó, al cronista y al chofer: "¡Felices Pascuas!".
Por Jorge Rouillon - Abogado y licenciado en periodismo - Preside el Club Gente de Prensa
miércoles, 22 de mayo de 2013
Articulo interesante ... y para reflexionar ... de info...
¿Por qué se enfadó Joaquina con la parroquia?
Joaquina se nos ha dado de baja en las misas. El caso es que sigue acudiendo a la capilla de la adoración perpetua, donde por cierto echa horas. Pero dice que a misa no vuelve, que se ha enfadado con la parroquia y que se acabó. ¿La razón? Que ella no está dispuesta a rezar a un Cristo de espaldas.
Hace ahora unos meses, con motivo de la inauguración de la capilla de adoración perpetua, decidimos comprar una cruz procesional para la parroquia, y adquirimos una de madera tallada y policromada que nos pareció suficientemente digna. En la foto se puede ver dónde está colocada: en un lateral del altar mayor y vuelta al celebrante de forma que este, en la celebración de la eucaristía, pueda fijar su vista en el crucificado. Nos pareció un lugar adecuado y el día que se inauguró la capilla de la adoración perpetua, en la celebración de la eucaristía previa, tras la procesión de entrada, ya se colocó ahí con el beneplácito del señor cardenal y de los sacerdotes concelebrantes.
Sí. Del señor cardenal, de los sacerdotes, de mucha gente… pero no de la señora Joaquina que ha decidido que ella no está por la labor de rezar a un Cristo de espaldas. Se lo hemos explicado, le hemos dicho que la iglesia tiene un enorme crucificado a quien rezar, y que la función de la cruz procesional va más bien dirigida al celebrante. Es igual. Que no y que no.
¿Por qué cuento esto? La verdad es que es una anécdota sin importancia, pero significativa de lo que es el mundo parroquial. De repente un día caes en la cuenta de que Fulanito y Menganita, habituales de la parroquia semana tras semana, han desaparecido. ¿La razón? ¿Misas sacrílegas, predicación inconveniente, abusos litúrgicos, insultos a los fieles? No. Las razones pueden ser mucho más simples. Apunto algunas:
· El Cristo de espaldas, como Joaquina
· Se te olvidó nombrar a su difunto en el memento
· Las flores: no gustan las azucenas
· Hace tres meses que no se pone en el altar mayor el mantel que regaló su madre
· La negativa a colocar ese centro de flores de plástico que regaló con tanto cariño
· La cabezonería del párroco que no quiere colocar en la iglesia ese niño Jesús de Praga de metro y medio que tenían ofrecido regalar
· Que lea Maripili, que le cae fatal
· Los de Cáritas, que dan comida a una vecina que no lo necesita, que lo sé yo
· Cantar la salve en latín, serán antiguos…
· No cantar la salve en latín, parece mentira
· Que pidas silencio en una celebración
· O que no lo pidas
· Que los bautizos tengan que ser en el día que quiera el cura
· No publicar en la revista de la parroquia la poesía de mi nieto
Basta en ocasiones una cosa así para que te hagan cruz y raya y nunca más. Pues qué se le va a hacer.
El Espíritu Santo y la Iglesia son inseparables.Catequesis del papa Francisco en el Año de la Fe
El Espíritu Santo y la Iglesia son inseparables
Catequesis del papa Francisco en el Año de la Fe.
En el Credo, tras la profesión de fe en el Espíritu Santo, decimos: «Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica». Ambas cosas van juntas, pues el Espíritu Santo es quien da vida a la Iglesia y guía sus pasos. Sin él, la Iglesia no podría cumplir su misión de ir y hacer discípulos de todas las naciones.
Esta misión no es sólo de algunos, sino la mía, la tuya, la nuestra. Todos deben ser evangelizadores, sobre todo con la propia vida. Para ello es necesario abrirse sin temor a la acción del Espíritu Santo. En Pentecostés, el Espíritu Santo hizo salir de sí mismos a los Apóstoles y los transformó en anunciadores de las grandezas de Dios, que cada uno entendía en su propia lengua. Así, la confusión de las lenguas, como en Babel, queda superada, porque ahora reina la apertura a Dios y a los demás, y lleva al anuncio de la Palabra de Dios con un lenguaje que todos entienden, el lenguaje del amor que el Espíritu derrama en los corazones.
El Espíritu, además, infunde la valentía de anunciar la novedad del Evangelio con franqueza (parresía), en voz alta y en todo tiempo y lugar. Y esto, bien apoyados en la oración, sin la cual toda acción queda vacía y el anunciador carece de alma, pues no está animado por el Espíritu.
* * *
Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española, en particular a los venidos de España, Argentina, Chile, Ecuador, Guatemala, México, Perú y otros países latinoamericanos. Que todos nos dejemos guiar por el Espíritu Santo, para ser verdaderos discípulos y misioneros de Cristo en la Iglesia. Muchas gracias.
© Copyright 2013 - Libreria Editrice Vaticana
martes, 21 de mayo de 2013
AVE MARIA
GRACIAS A TOD@S LOS COLABORADORES CON LAS OBRAS DE RESTAURACIÓN DE LA CAPILLA-NUESTRA SEÑORA DE LODAIRO. La Virgen os lo recompensará. AVEA MARIA. Juntos HACEMOS PARROQUIA.
*******************ALABADO SEA JESUCRISTO***********************
*******************ALABADO SEA JESUCRISTO***********************
AVE MRIS STELLA
Hemos terminado la Novena de Lodairo y la Cena-Baile. Agradecemos a todas las personas que han colaborado y lo están haciendo en estos momentos: Al grupo musical Aroma, a los que han trabajado en los preparativos, recogida etc de la Cena-Baile. al Casino progreso de franza. A la comisión de Obras de restauración de la Capilla... Sigamos en camino. La Virgen nos guía. AVE MARIA. Gracias también por los donativos...
HOY SAN VICTORIO EN FRANZA
HOY MARTES: SAN VICTORIO (Parroquia de Franza).
Este Martes a las 7 de la tarde en la Capilla de San Victorio (Parroquia de Franza), tendremos la Misa Solemne en honor al Santo y se dará a besar la reliquia al fiinalizar la Santa Misa.
Esta fiesta siempre se celebra el primer Martes después de Pentecostés. Canta e coro de franza
Esta fiesta siempre se celebra el primer Martes después de Pentecostés. Canta e coro de franza
El Espíritu Santo
Homilía para la solemnidad de Pentecostés
La Liturgia ha escogido, como antífona de entrada de la Misa del Domingo de Pentecostés, unas palabras del libro de la Sabiduría: “El Espíritu del Señor llena la tierra y, como da consistencia al universo, no ignora ningún sonido” (Sab 1,7). La persona inefable del Espíritu Santo, el Soplo de Dios, está en el origen del ser y de la vida de toda criatura. Él da consistencia al universo y es capaz de percibir los gemidos de la creación entera y nuestros propios gemidos interiores, que manifiestan el ansia de la redención (cf Rm 8, 22-23).
Para poder escuchar a Dios, para no ignorar ningún sonido que nos hable de Él, necesitamos el estímulo del Espíritu Santo. Los ojos, privados de la luz, no pueden ver. Los oídos no pueden oír, si el sonido no es transmitido por el aire. El olfato no puede oler si no hay aromas o sustancias que lo activen. San Hilario emplea esta comparación con los sentidos corporales para explicar que también nuestra alma necesita ser avivada por el Espíritu Santo para llegar al conocimiento de Dios: nuestra alma “si no recibe por la fe el Don que es el Espíritu, tendrá ciertamente una naturaleza capaz de entender a Dios, pero le faltará la luz para llegar a ese conocimiento”.
Dios nos habla en la creación, a través de la belleza del universo. Nos habla también en nuestro interior, y nos empuja a buscar la verdad y el bien. Nos ha hablado en Cristo, su Hijo, la Palabra encarnada, que se ha dejado ver y oír. Pero, para que podamos escuchar atentamente esta Palabra, y para que se conserve en nuestra mente y en nuestro corazón, el Padre y el Hijo envían al Espíritu Santo: “Él será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho” (Jn 14,26).
El Espíritu Santo es, por así decir, la atmósfera que sostiene el diálogo del Padre con el Hijo. En ese diálogo, en la intimidad de la vida de Dios, nos introduce el Espíritu Santo. Él crea la sintonía adecuada para que nosotros podamos escuchar a Dios y podamos hablarle. Y ésta es la realidad de la Iglesia: la primicia de una sinfonía divina en la que logramos escuchar a Dios, que nos habla en Cristo, y en la que llegamos a entendernos unos a otros, como si cada uno hablase la lengua nativa del otro (cf Hch 2,1-11). Pentecostés es la fiesta de la creación y de la humanidad reconciliada en la Iglesia, en la que, si nos dejamos transformar por la fuerza del amor de Dios, no se nos escapará ningún sonido.
San Pablo, en la Carta a los Romanos, explica las consecuencias que, para cada uno de nosotros, entraña el haber recibido el Espíritu Santo: “Habéis recibido, no un espíritu de esclavitud, para recaer en el temor, sino un espíritu de hijos adoptivos, que nos hace gritar: “¡Abba!” (Padre). Ese Espíritu y nuestro espíritu dan un testimonio concorde: que somos hijos de Dios; y, si somos hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, ya que sufrimos con Él para ser también con Él glorificados” (Rm 8,15-17).
En la celebración de la Eucaristía ese clamor que suscita el Espíritu Santo resuena en el cielo y se nos da, en anticipo, la herencia. Toda la creación amada por Dios es presentada al Padre a través de la muerte y resurrección de Cristo y, como proclama el prefacio de la Misa, el mundo entero se desborda de alegría y también los coros celestiales, los ángeles y los arcángeles, cantan sin cesar el himno de la gloria de Dios, tres veces Santo.
Guillermo Juan Morado.
viernes, 17 de mayo de 2013
S. O. S. LODAIRO Cena-Baile en beneficio de las Obras de Restauración de la Capilla de Nuestra Señora de Lodairo
RESERVAS PARA LA CENA BAILE en EL
TELEFONO:
*********(981 ) 46 04 27***********
Día y hora de la Cena-baile: Sábado 18 de Mayo a las 10 de la noche.
Precio: 18€. Los fondos son para la restauración de la Capilla. Tejado nuevo y Coro.
música a Cargo del grupo Aroma. (le agradecemos su colaboración desinteresada).
Menú de la Cena Baile:
1º Langostinos cocidos en dos salsas.
2º Sopa de Cocido.
3º Carne estofada.
4º postre.
vino, agua, refrescos, Café y chupito.
¡¡¡¡¡¡¡¡¡Lodairo te llama¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
En estos momentos se está realizando el proyecto por un arquitecto y las obras se empezarán lo mas pronto posible. Si el tiempo lo permite y al tener todos los papeles listos. La capilla de Lodairo está registrada por patrimonio.
se pondrán por las distintas Parroquias de Bezoucos y establecimientos los carteles que se están haciendo en estos momentos. En ellos figuran los datos y el teléfono para apuntarse.
Por dinero se llega a hacer cualquier cosa. Hasta a abortar a niños
por Guillermo Juan Morado
Informa Infocatólica de las atrocidades cometidas por el médico Kermit Gosnell, declarado culpable por asesinar a bebés recién nacidos en su clínica abortista.
El jurado necesitó, según parece, diez días de deliberaciones. Y, pese a eso, se sienten, los miembros del jurado, “estancados”, ya que no ven de modo evidente si ha habido delito en otros dos casos.
A mí todo esto me suena a fariseísmo, en el peor sentido de la palabra, a pura hipocresía, a fingimiento, a doblez.
Leyendo las noticias se deduciría que el mayor mal cometido por el Dr. Kermit Gosnell sería el de haber decapitado, o cortado la médula espinal, a los bebés “nacidos vivos”. Pero esos bebés “nacidos vivos” – alguno hasta en un inodoro – han nacido “vivos” pese al Dr. Gosnell.
Ni este “médico” ni las personas que acudieron a su “consulta” querían que los bebés naciesen. Y menos que naciesen vivos. Iban a lo que iban. Iban a matar. Y el Dr. Gosnell no defraudó. Aseguró la muerte de las víctimas, sin reparar en el detalle de que muriesen un poquito antes, o un poquito después, de salir del vientre de sus madres.
El Dr. Gosnell era un abortista eficiente. De eso no cabe dudar. Quien recurría a él salía con un cadáver en una caja de zapatos, o en el recipiente que fuese. Con un cadáver. De eso se trataba en suma.
¿Por qué condenar a este “médico”? Nada más que por salvar las apariencias. Todos sabemos, los médicos más, que abortar es matar. Todos sabemos que eso es horrible. Todos sabemos que eso no debería pasar. Pero, por egoísmo, las sociedades democráticas y avanzadas han pensado que se puede combinar lo no combinable: defender la vida y, a la vez, destruirla.
El mal químicamente puro, el mal sin disimulos, es demasiado mal para ser digerido. Una persona no desea abortar con el cargo de conciencia de haber matado. No. Desea abortar, o aprobar el aborto, o “comprenderlo”, con la buena conciencia de quien resuelve un problema grave. No con la mala conciencia de quien mata a un inocente.
No consta que el Dr. Gosnell haya perseguido a las embarazadas para resolverles el problema. Parece que han sido las embarazadas las que han acudido a su clínica-matadero y pagando, nunca gratis.
Y él ha cumplido. Ha hecho lo que se esperaba que hiciera. Matar. Un oficio muy rentable económicamente. ¿Le habrá costado algo matar al Dr. Gosnell? Quizá sí, las primeras veces. Luego, ya no. Y menos al ver cómo iba subiendo su cuenta corriente. ¿Qué más da otro más?
Esta peripecia del Dr. Gosnell pone en evidencia la falacia de la expresión “interrupción voluntaria del embarazo”. El aborto no es eso; no es interrumpir el embarazo. Con eso no se consigue nada. El aborto es matar. Y si es tardío, quienes apuestan por el aborto no dudan a la hora de escoger la muerte del feto o bebé – según muera dentro o fuera – antes de optar por un parto prematuro que, sin molestias para la madre, asegure la vida del niño.
Todo para vomitar. Si estas medidas leguleyas se aplicasen a otros supuestos – por ejemplo, “no es lo mismo violar a alguien con preservativo o sin él”; “mutilar a alguien en un hospital o en la calle” – el mundo, la sociedad, se levantaría en un grito unánime.
En el aborto, no. Fetos o niños, estorban. Y, aprovechándose de ello, muchos supuestos médicos se hacen ricos. Y solo unos pocos, por hipocresía, son condenados por los tribunales.
Guillermo Juan Morado.
Papa en una Misa en Casa Santa Marta
Misa del Papa en Santa Marta
Cuando los pastores se convierten en lobos
Obispos y sacerdotes que se dejan vencer por la tentación del dinero y de la vanidad del afán de hacer carrera, de pastores se convierten en lobos «que comen la carne de sus mismas ovejas». No usó medias tintas el Papa Francisco para referirse al comportamiento de quien —dijo citando a san Agustín— «toma la carne, para comerla, de la oveja, se aprovecha; hace negocios y está apegado al dinero; se convierte en avaro y también, muchas veces, en simoníaco. O se aprovecha de la lana por vanidad, para vanagloriarse».
Para superar estas «auténticas tentaciones» obispos y sacerdotes deben rezar, pero necesitan también de la oración de los fieles. La oración que el Pontífice mismo pidió el miércoles 15 de mayo por la mañana a quienes participaron en la celebración de la misa en la capilla de la Domus Sanctae Marthae.
El Santo Padre comentó las lecturas del día: la primera (Hechos de los Apóstoles 20, 28-38) «es una de las páginas más bellas del Nuevo Testamento», destacó. Relata la relación entre Pablo y los fieles de Éfeso, o sea, la relación del obispo con su pueblo, «hecha de amor y de ternura». De esta relación se habla también en el Evangelio de Juan (17, 11-19), «donde se encuentran algunas palabras clave» —explicó el Pontífice— que el Señor dirige a los discípulos: «velad»; «custodiad, custodiad al pueblo»; «edificad, defended». Y «Jesús dice al Padre: “consagra”». Son palabras y gestos que expresan precisamente una relación de protección, de amor entre Dios y el pastor, y entre el pastor y el pueblo. «Esto —precisó el Papa— es un mensaje para nosotros obispos y para los sacerdotes. Jesús nos dice a nosotros: “Velad sobre vosotros mismos y sobre toda la creación”. El obispo y el sacerdote deben velar, velar precisamente sobre su pueblo. También cuidar a su pueblo, hacerlo crecer. Incluso ser centinela para advertirle cuando se acercan los lobos».
Todo esto «indica una relación muy importante entre obispo, presbítero y pueblo de Dios. Al final, un obispo no es obispo para sí mismo, es para el pueblo; y un sacerdote no es sacerdote para sí mismo, es para el pueblo». Una relación «muy bella» basada en el amor recíproco. Y «así la Iglesia llega a estar unida. Vosotros —preguntó a los fieles—, ¿pensáis siempre en los obispos y en los sacerdotes, eh? Necesitamos de vuestras oraciones».
Por lo demás —precisó—, la relación entre obispos, sacerdotes y pueblo de Dios no se funda en la solidaridad social, por la cual «el obispo, el sacerdote es solidario con el pueblo: nosotros aquí, vosotros allá». Se trata más bien de una «relación existencial», «sacramental», como la que describe el Evangelio, en la que «obispo, sacerdote y pueblo se arrodillan y rezan y lloran. ¡Esa es la Iglesia unida! El amor recíproco entre obispo, sacerdote y pueblo. Nosotros necesitamos de vuestras oraciones para hacer esto, porque también el obispo y el sacerdote pueden ser tentados».
Por lo tanto, la primera tarea de un obispo y de un sacerdote «es rezar y predicar el Evangelio. Un obispo, un sacerdote debe rezar, y mucho... Debe anunciar a Jesucristo Resucitado, y mucho. Nosotros debemos pedir al Señor que nos proteja precisamente a nosotros, obispos y sacerdotes, para que oremos, intercedamos, prediquemos con valentía el mensaje de salvación. El Señor nos ha salvado; y vive entre nosotros».
Pero «también nosotros —agregó— somos hombres y somos pecadores»: todos podemos ser pecadores, «y somos incluso tentados. ¿Cuáles son las tentaciones del obispo y del sacerdote? San Agustín, comentando el profeta Ezequiel, habla de dos tentaciones: la riqueza, que puede convertirse en avaricia, y la vanidad. Y dice: “Cuando el obispo, el sacerdote, se aprovecha de las ovejas para sí mismo, el movimiento cambia: no es el sacerdote, el obispo para el pueblo, sino el sacerdote y el obispo que se aprovechan del pueblo”». Sed y vanidad: he aquí las dos tentaciones de las que habla san Agustín: «¡Es la verdad! Cuando un sacerdote, un obispo va tras el dinero, el pueblo no lo ama y eso es un signo. Y él mismo acaba mal. Pablo habla de esto: “Trabajé con mis manos”. Pablo no tenía una cuenta en el banco, trabajaba. Y cuando un obispo, un sacerdote va por el camino de la vanidad, entra en el espíritu del afán de hacer carrera, hace mucho mal a la Iglesia». Y al final se convierte incluso en ridículo, porque «se gloría, le gusta hacerse ver, todo potente... Y el pueblo no ama eso. Mirad cuál es nuestra dificultad y también nuestras tentaciones; por ello debéis rezar por nosotros, para que seamos pobres, para que seamos humildes, mansos, al servicio del pueblo».
El Pontífice renovó a los presentes la invitación a releer esta página del Evangelio para convencerse de la necesidad de orar por «nosotros obispos y por los sacerdotes. Tenemos mucha necesidad de ello para permanecer fieles, para ser hombres que velan por su grey y también por nosotros mismos». Y también para que «el Señor nos defienda de las tentaciones, porque si caminamos por el camino de las riquezas, si seguimos la senda de la vanidad, nos convertimos en lobos, y no en pastores».
Concelebraron con el Papa, entre otros, monseñor Ricardo Blázquez Pérez, arzobispo de Valladolid, España, y el jesuita Andrzej Koprowski, director de los programas de Radio Vaticano, presentes juntamente con un grupo de colaboradores de la emisora.
miércoles, 15 de mayo de 2013
S. O. S. LODAIRO Cena-Baile en beneficio de las Obras de Restauración de la Capilla de Nuestra Señora de Lodairo
RESERVAS PARA LA CENA BAILE en EL
TELEFONO:
*********(981 ) 46 04 27***********
Día y hora de la Cena-baile: Sábado 18 de Mayo a las 10 de la noche.
Precio: 18€. Los fondos son para la restauración de la Capilla. Tejado nuevo y Coro.
música a Cargo del grupo Aroma. (le agradecemos su colaboración desinteresada).
Menú de la Cena Baile:
1º Langostinos cocidos en dos salsas.
2º Sopa de Cocido.
3º Carne estofada.
4º postre.
vino, agua, refrescos, Café y chupito.
¡¡¡¡¡¡¡¡¡Lodairo te llama¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
En estos momentos se está realizando el proyecto por un arquitecto y las obras se empezarán lo mas pronto posible. Si el tiempo lo permite y al tener todos los papeles listos. La capilla de Lodairo está registrada por patrimonio.
se pondrán por las distintas Parroquias de Bezoucos y establecimientos los carteles que se están haciendo en estos momentos. En ellos figuran los datos y el teléfono para apuntarse.
EL PAPA EXPLICA LA FE EN EL ESPIRITU SANTO
El Papa explica la fe en el Espíritu Santo
Catequesis del papa Francisco en el Año de la Fe.
El tiempo pascual es por excelencia el tiempo del Espíritu Santo que culmina con la Solemnidad de Pentecostés. En el Credo profesamos la fe en el Espíritu Santo, que es Dios, «Señor y dador de vida». Él es la fuente inagotable de la vida divina en nosotros. Él es «el agua viva» que Jesús prometió a la Samaritana para saciar para siempre la sed, para colmar los anhelos más profundos y más altos del corazón humano. Porque Jesús ha «venido para que tengan vida y la tengan abundante» (Jn 10,10).
El Espíritu Santo, que procede del Padre y del Hijo, Cristo lo ha derramado en nuestro corazón, para hacernos hijos de Dios y para que nuestra vida sea guiada, animada y alimentada por él. Esto es precisamente lo que entendemos al decir que el cristiano es un hombre espiritual: una persona que piensa y actúa siguiendo la inspiración del Espíritu Santo. Así, la existencia del cristiano, dice san Pablo, es animada por el Espíritu Santo y rica de sus frutos, que son: «Amor, alegría, paz, comprensión, servicialidad, bondad, lealtad, amabilidad, dominio de sí» (Ga 5,22-23). El don precioso del Espíritu Santo es, pues, la vida misma de Dios, en cuanto verdaderos hijos suyos por su adopción.
* * *
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en especial a la Delegación del Estado de México, así como a los grupos venidos de España, Colombia, Venezuela y otros países latinoamericanos. En este día en el que se celebra Nuestra Señora de Luján, celestial Patrona de Argentina, un aplauso a la Virgen de Luján,… más fuerte, no siento, más fuerte. En este día de la Virgen de Luján deseo hacer llegar a todos los hijos de esas queridas tierras argentinas mi sincero afecto, a la vez que pongo en manos de la Santísima Virgen todas sus alegrías y preocupaciones. Muchas gracias.
© Copyright 2013 - Libreria Editrice Vaticano
María, inspiración para todas las madres del mundo
MARÍA, INSPIRACIÓN PARA TODAS LAS MADRES DEL MUNDO
"Una buena mamá no sólo acompaña a los niños en el crecimiento, sin evitar los problemas, los desafíos de la vida, una buena mamá ayuda también a tomar las decisiones definitivas con libertad", dijo el papa Francisco el sábado en la basílica de Santa María la Mayor.
"La Virgen custodia nuestra salud. ¿Qué quiere decir esto? Pienso sobre todo en tres aspectos: nos ayuda a crecer, a afrontar la vida, a ser libres".
Agradezco a ustedes que hoy han venido a rezar a la Virgen, a la Madre, a la Salus Populi Romani. Esta tarde estamos aquí ante María. Hemos rezado bajo su guía maternal para que nos conduzca a estar cada vez más unidos a su Hijo Jesús, le hemos traído nuestras alegrías y nuestros sufrimientos, nuestras esperanzas y nuestras dificultades, la hemos invocado con la bella advocación de Salus Populi Romani, pidiendo para todos nosotros, para Roma y para el mundo que nos done la salud. Sí, porque María nos da la salud, es nuestra salud.Jesucristo, con su Pasión, Muerte y Resurrección, nos trae la salvación, nos dona la gracia y la alegría de ser hijos de Dios, de llamarlo en verdad con el nombre de Padre. María es madre y una madre se preocupa sobre todo por la salud de sus hijos, sabe cuidarla siempre con amor grande y tierno. La Virgen custodia nuestra salud. ¿Qué quiere decir esto? Pienso sobre todo en tres aspectos: nos ayuda a crecer, a afrontar la vida, a ser libres.
Foto: News.va
"La mamá cuida a los hijos para que crezcan más y más, crezcan fuertes, capaces de asumir responsabilidades, de asumir compromisos en la vida, de tender hacia grandes ideales".
El Evangelio de san Lucas dice que, en la familia de Nazaret, Jesús "iba creciendo y se fortalecía, lleno de sabiduría, y la gracia de Dios estaba con él" (Lc 2, 40). La Virgen hace precisamente esto con nosotros, nos ayuda a crecer humanamente y en la fe, a ser fuertes y a no ceder a la tentación de ser hombres y cristianos de una manera superficial, sino a vivir con responsabilidad, a tender cada vez más hacia lo alto.2. Una mamá además piensa en la salud de sus hijos, educándoles también a afrontar las dificultades de la vida. No se educa, no se cuida la salud evitando los problemas, como si la vida fuera una autopista sin obstáculos. La mamá ayuda a los hijos a mirar con realismo los problemas de la vida y a no perderse en ellos, sino a afrontarlos con valentía, a no ser débiles, y saberlos superar, en un sano equilibrio que una madre "siente" entre las áreas de seguridad y las zonas de riesgo. Y esto una madre sabe hacerlo. Lleva al hijo no siempre sobre el camino seguro, porque de esta manera no puede crecer. Pero tampoco solamente sobre el riesgo, porque es peligroso. Una madre sabe equilibrar estas cosas.
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"El Señor nos confía en las manos llenas de amor y de ternura de la Madre, para que sintamos que nos sostiene al afrontar y vencer las dificultades de nuestro camino humano y cristiano".
Y como una buena madre está cerca de nosotros, para que nunca perdamos el valor ante las adversidades de la vida, ante nuestra debilidad, ante nuestros pecados: nos da fuerza, nos muestra el camino de su Hijo. Jesús en la cruz le dice a María, indicando a Juan: "¡Mujer, aquí tienes a tu hijo!" y a Juan: "Aquí tienes a tu madre"(cfr. Jn 19, 26-27). En este discípulo todos estamos representados: el Señor nos confía en las manos llenas de amor y de ternura de la Madre, para que sintamos que nos sostiene al afrontar y vencer las dificultades de nuestro camino humano y cristiano. No tener miedo de las dificultades. Afrontarlas con la ayuda de la madre.3. Un último aspecto: una buena mamá no sólo acompaña a los niños en el crecimiento, sin evitar los problemas, los desafíos de la vida, una buena mamá ayuda también a tomar las decisiones definitivas con libertad. Esto no es fácil. Pero una madre sabe hacerlo, en este momento en que reina la filosofía de lo provisional.
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"¡No tengamos miedo de los compromisos definitivos, de los compromisos que involucran y abarcan toda la vida! ¡De esta manera, nuestra vida será fecunda! Y ¡esto es libertad! Tener el coraje de tomar decisiones con grandeza".
Queridos hermanos y hermanas, ¡qué difícil es, en nuestro tiempo, tomar decisiones definitivas! Nos seduce lo provisional. Somos víctimas de una tendencia que nos empuja a lo efímero... ¡como si deseáramos permanecer adolescentes para toda la vida! ¡No tengamos miedo de los compromisos definitivos, de los compromisos que involucran y abarcan toda la vida! ¡De esta manera, nuestra vida será fecunda! Y ¡esto es libertad! Tener el coraje de tomar decisiones con grandeza.Toda la existencia de María es un himno a la vida, un himno de amor a la vida: ha generado a Jesús en la carne y ha acompañado el nacimiento de la Iglesia en el Calvario y en el Cenáculo. La Salus Populi Romanies la mamá que nos dona la salud en el crecimiento, para afrontar y superar los problemas, en hacernos libres para las opciones definitivas; la mamá que nos enseña a ser fecundos, a estar abiertos a la vida y a ser cada vez más fecundos en el bien, en la alegría, en la esperanza, a no perder jamás la esperanza, a donar vida a los demás, vida física y espiritual.
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(PDF) Papa Francisco: María, inspiración para todas las madres del mundo.
Traducción al español realizada por Radio Vaticano
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