miércoles, 21 de julio de 2010

FIESTAS PATRONALES




Un pueblo está formado por personas, hombres y mujeres que con su esfuerzo, tesón y dedicación son
capaces de hacer y levantar todo lo que se proponen. De la misma forma ocurre con su propia historia; la
escriben sus habitantes, con su pasado y también con sus perspectivas de futuro. De ahí que los auténticos
protagonistas de la historia de un pueblo sean siempre sus gentes.
Hay quienes aseguran que para mantener la identidad de un pueblo es necesario recordar sus fiestas
patronales, toda vez que con el esplendor de las mismas se contribuye a realzar la fama del pueblo o ciudad que
las celebra.
Desde la llegada del cristianismo, la voz “fiesta” se asoció de un modo especial con el significado religioso
del día dedicado a rememorar a un santo o a celebrar alguna efeméride teológica, como el Corpus, la
Ascensión, la Navidad, etc. Durante siglos la voz ”fiesta” estuvo así íntimamente asociada al santoral y al calendario casi de modo preferente y
exclusivo.
Este es el caso de nuestras parroquias, donde todos los años sus gentes se esfuerzan en honrar, con la mayor dignidad y solemnidad
posible, a sus Santos y Santas protectores, que nuestros antepasados han tenido a bien elegir como sus Patrones. Aunque ahora existan otras
fiestas igualmente populares y con diferentes motivos.
Como creyente, opino que las fiestas patronales deberían estar perfectamente diferenciadas de otras fiestas, en las que suelen resaltar a
productos culinarios, tales como: el pimiento, el chorizo criollo, el percebe, la patata, el vino, etc. Que también son muy bien aceptadas y no
hay nada de malo en ellas, pero no es lo mismo. No tienen nada que ver con las FIESTAS PATRONALES. Y esto es muy fácil de entender.
Desde “Igrexa en Bezoucos” os deseamos que disfrutéis de unas felices fiestas y unas felices vacaciones, en compañía de vuestros
familiares y amigos.
Manel

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